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Esparciendo rumores; la muerde de TI es inminente

En el lugar de trabajo digital actual, se nos dice, no tiene sentido otorgar a un solo departamento la responsabilidad de impulsar la adopción de software y administrar la cartera de tecnología de una empresa. Conduce a un silo que sofoca la innovación, dificulta la agilidad y bloquea la transformación digital.


Los departamentos de TI, dicen los críticos, son reliquias de una era pasada que se desvanece en la irrelevancia. Las empresas deberían deshacerse de ellos, integrando lo que antes eran tareas de TI en cada departamento.

En la superficie, esta lógica tiene sentido. En solo unos pocos años, el software ha pasado de ser un elemento del lugar de trabajo al lugar de trabajo en sí mismo: el medio por el cual los equipos se comunican, colaboran, establecen objetivos y los ejecutan.


Con tanto en juego en la tecnología del lugar de trabajo, parecería que ningún departamento puede o debe ser el único propietario de la gestión de aplicaciones e impulsar la transformación digital.


La creación de silos no solo parece colocar a TI en una tarea imposible, sino que les da a todos los demás licencia para abdicar de sus propias responsabilidades para alcanzar los objetivos tecnológicos.


Los críticos utilizan estos y otros argumentos para defender la distribución del rol y la responsabilidad de TI en toda la organización. Pero hacer que la gestión tecnológica sea interdepartamental conlleva sus propios riesgos de fracaso.


Si bien es cierto, por ejemplo, que un enfoque aislado de la transformación digital está condenado al fracaso, también es cierto que un enfoque excesivamente descentralizado corre el riesgo de fallar, y esencialmente por la misma razón.


Si la propiedad se vuelve demasiado difusa, el riesgo es que ningún departamento o persona sienta la necesidad de asumir la responsabilidad personal. En otras palabras, si es problema de todos, no es problema de nadie.


Deshacerse de TI también corre el riesgo de crear un entorno en el que no haya una fuente única de verdad en el gobierno de aplicaciones y tecnología. Diferentes departamentos pueden usar diferentes aplicaciones para los mismos propósitos, desperdiciando dinero y obstaculizando la eficiencia en el proceso. Este es un problema que hemos visto en la naturaleza.


Las aplicaciones duplicadas y la falta de control sobre el software generan gastos innecesarios y perjudican el crecimiento de la empresa de otras formas más indirectas. Los equipos que usan diferentes aplicaciones para el mismo propósito no están colaborando de la forma en que podrían y deberían hacerlo.


Los empleados frustrados por tener que navegar por un espacio confuso de aplicaciones en el trabajo son menos productivos, seguros y satisfechos. Sin una autoridad de referencia sobre problemas y problemas relacionados con la tecnología, las organizaciones pueden encontrarse a la deriva en un mar de aplicaciones y procesos en conflicto.


Entonces, ¿Cuál es la mejor manera de avanzar? Rechace la falsa dicotomía de TI aislada versus ninguna TI en absoluto.


Nota: este artículo es basado en las opiniones de Tatyana Mamut, vicepresidenta sénior de nuevos productos en Pendo.

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